Saramago fue orillado a responder

La lucha de tres años por esta vía rinde sus primeros frutos.
Gracias a la periodista Sofía Piçarra quien publicó el 29 de diciembre de 2008 en el periódico portugués Correio da Manhã una nota basada en el blog Saramago, plagiario, se propició una polémica en todo Portugal y por fin el escritor se vió orillado a reaccionar en entrevista al Diario de Noticias , la que reprodujo la Agencia EFE y la prensa mundial divulgó el fin de año y principio de 2009.

Saramago niega el abuso literario, seguramente sería terrible para él perder su prestigio como escritor, aunque ganaría en valentía, hombría y humildad.
Se escuda fácilmente en las elementales coincidencias hasta caer en el absurdo de la pobreza literaria de que a partir del tema las situaciones se repiten y las fórmulas son semejantes. Menciona que «no leyó, no vió y ni siquiera tocó con la punta de los dedos [mi] cuento», pero como dice una amiga escritora, Saramago oculta que se lo pueden haber contado con memoria fotográfica (o escrito como también yo lo supongo) y en eso también hay responsabilidades e interventores con nombres y apellidos que por algo no menciona.

Pilar del Río, esposa de Saramago (y vocera del mismo), desenmascara a Sealtiel Alatriste (el triste intermediario o escritor fantasma) al reconocer que «desde hace tiempo la historia circulaba por Internet» y se sale por la tangente al declarar que se hace nota del suceso para llenar espacios en estas fechas.

Pero ahí están los hechos y las obras que no mienten. En lo alto la justicia divina.
Y en estos blogs están las pruebas, los argumentos para quien tenga ojos para ver e intelecto para dilucidar.

Las opiniones de Saramago

1. José Saramago escribió el 21 de octubre de 2008 en su blog lo que a continuación se reproduce con las debidas y necesarias precisiones:

 

“…no es necesario ir muy lejos [en efecto, basta con ir a la isla de Lanzarote] para encontrar escritores paralelos, más conocidos por plagiadores [el mismísimo Saramago], aunque nunca llegarán a ser plagiadores del todo porque algo de su propia cosecha se sentirán en la obligación de poner en la obra que firmarán con su nombre [como él lo hizo en Las intermitencias de la muerte]… Otro tipo de escritor paralelo (también llamado negro o, más modernamente, ghost) [supóngase Sealtiel Alatriste en su caso] es el que escribe para que otros [nuevamente Saramago] gocen la supuesta o auténtica gloria de ver su nombre escrito en la cubierta de un libro.”

2. En entrevista que le realizaron en Madrid el martes 16 de diciembre de 2008, declaró que «los atentados contra la dignidad humana son tantos que no sé ni por dónde empezar». Bastaría con que comenzara por el atentado literario perpetrado por él mismo y Sealtiel Alatriste.

También expresó «Todos sabemos quiénes son los responsables, pero ¿alguien piensa que van a ir a la cárcel? Exactamente, todos sabemos que él, Sealtiel Alatriste y Laura Lara son los responsables y sí, efectivamente es de dudarse que vayan a ir a la cárcel como sería de justicia.

Audio entrevista en Plaza Pública de Miguel Ángel Granados Chapa

El 12 de mayo de 2006, el connotado periodista mexicano (abogado de profesión) Miguel Ángel Granados Chapa me entrevistó en su también reconocido programa Plaza pública que de lunes a viernes se transmite por las frecuencias de AM y FM de Radio UNAM.En los quince minutos que el maestro Granados Chapa me otorgó, expuse el caso del abuso literario ejercido por el portugués José Saramago al derivar su novela Las intermitencias de la muerte a partir de mi cuento ¡Últimas noticias!

VERSIÓN ESCRITA DE LA ENTREVISTA. CLIK AQUÍ.

Premio Nobel deriva novela de cuento mexicano

  • El defensor de causas sociales es a la vez violador de los derechos de autor. 
  • Las intermitencias de la muerte de José Saramago contiene sucesivas ideas afines de mi cuento ¡Últimas noticias!  registrado desde 1987. 
  • El escritor portugués derivó su novela sin la autorización del titular del derecho de la obra primigenia, de acuerdo con el Artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de Autor. 
  • Son los dos primeros capítulos de la novela los que contienen la mayor parte de similitudes y planteamientos del cuento. 
  • Entregué en 1997 mi obra a Editorial Alfaguara en México cuando Sealtiel Alatriste (hoy Coordinador de Difusión Cultural de la UNAM) era su director.

El escritor portugués y premio Nobel de Literatura José Saramago ha abusado tras de que la novela Las intermitencias de la muerte  es una derivación sin el debido consentimiento de mi cuento ¡Últimas noticias! dentro del compendio La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura registrado en 1986 ante el hoy Instituto Nacional del Derecho de Autor en México.

 

¡Últimas noticias! fue escrito en 1983 para el Primer Concurso de Cuento de Ciencia Ficción  convocado por la representación del CONACYT Puebla (1984), sin que allí obtuviera premio o mención alguna. Posteriormente, registré mi obra de cuentos, incluido aquél, ante la entonces Dirección General del Derecho de Autor hoy INDAUTOR, bajo el título La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura. El número de registro otorgado fue el 8369/86.

 

También publiqué mi obra bajo el mismo nombre en una edición limitada en 1987 por Editorial Quetzalcóatl.

 

Posteriormente participé en 1997 en el concurso Cuento triste convocado por el diario Reforma y Editorial Alfaguara, con el relato La mujer rojinegra y obtuve por el mismo una mención honorífica. Fue allí que entré en contacto con Grupo Santillana-Alfaguara en México y entregué mi pequeña obra sin ningún acuse de recibido en la puerta de la editorial. El sobre estaba dirigido a Laura Lara cuando en ese entonces Sealtiel Alatriste era el director de la editorial y quien a la postre estuvo físicamente muy cerca del portugués radicado en España cuando fue cónsul de México en Barcelona e íntimamente ligado a él en sucesivas presentaciones literarias. Hoy el sospechoso intermediario (o escritor fantasma del Nobel) se desempeña como Coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

El 26 de mayo de 2006 comparecí ante la Dirección Jurídica del Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) en relación a la junta de avenencia promovida para dirimir la derivación de la novela. Por la contraparte no asistió persona alguna que representara legalmente al señor José Saramago, toda vez que no ocurrió la notificación porque el domicilio particular de éste no coincide con el de Editorial Santillana al que se dirigió el citatorio. Se levantó un Acta de la comparecencia y se archivó el procedimiento administrativo.

 

A pesar del escenario en que una lucha legal implicaría más de cinco años para demostrar la verdad de mis dichos y otros cuatro años para resarcir los daños inherentes, y también ante las actuales circunstancias de no poder contar hasta ahora con un peritaje literario serio, además obviamente a las limitaciones presupuestarias para la titánica lucha, no agoto aún los cauces jurídicos y mantengo mi convicción sobre los hechos.

 

No por sorpresivo el hecho deja de tener veracidad. Mi intención no es el escándalo, el protagonismo, la fama o el dinero. Simplemente elemental justicia.

 

José Saramago podrá escudarse en argucias como el cliché, la inter e hipertextualidad,  aducir mera inspiración, coincidencia o influencia y sostener que las ideas son universales y esas no se protegen, no obstante el hecho es que la creación es un acto único e individual y basarse en la de otro finalmente constituye un hurto. La novela de Saramago es una obra derivada pero que no puede ser explotada sin la autorización del titular del derecho de la obra primigenia, de acuerdo con el Artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de Autor.

 

 

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Sealtiel Alatriste, cómplice de plagio

Sealtiel Alatriste al encabezar anteriormente Editorial Alfaguara en México (Santillana), organizó en 1997 junto con el diario Reforma el concurso de cuento triste en el cual obtuve con la narración “La mujer rojinegra” una mención honorífica. A partir de la premiación entablé contacto con la editorial y presenté el resto de mi obra para su evaluación y posible publicación.
Nada sucedió. Posteriormente Sealtiel Alatriste fungió como diplomático en Barcelona con una gran cercanía de las Islas Canarias donde radicaba José Saramago. Casualmente la relación entre los dos escritores se afianzó y no fue nada difícil sustraer de los archivos de la editorial mi cuento “¡Últimas noticias!” para que sirviera de inspiración al afamado Nóbel y desarrollara “Las intermitencias de la muerte”.
No importa si de las moronas de un cuento se obtuvo una rimbombante novela, tampoco si de una escueta redacción se logró una pieza de mérito, el hecho innoble es el haber tomado sin permiso ni crédito alguno, la materia prima para la reescritura.

Carta a Saramago

México, D.F., 15 de enero de 2008
(Enviada a su domicilio en Lanzarote, Islas Canarias)

Sr. José Saramago:

Por diversos medios he buscado decir mi verdad. Busco justicia ante un atropello.
Yo no sé si a usted le hicieron llegar las ideas o el texto de mi cuento como si fuera anónimo. O quizá a usted le ayudaron a redactar su novela. Quizá nunca se imaginó que detrás de ese texto había un ser humano, un mexicano de carne y hueso que generó originalmente planteamientos, argumentos, expresiones que a la postre aparecieron en su novela. Quizá, quizá, quizá… pero finalmente al firmar esa obra usted se convirtió en el responsable de haber derivado una obra literaria de otra original sin la debida autorización y eso señor constituye un delito.
Es así como su novela Las intermitencias de la muerte se basó en mi cuento ¡Últimas noticias!, el cual dentro de una colección fue debidamente registrado ante las autoridades del derecho de autor desde 1986.
¿Por qué recurrió a este artificio que mancha su reconocida trayectoria?
¿Por qué?
Quisiera una respuesta.
¿Cómo fue todo esto posible? ¿El señor Sealtiel Alatriste le hizo llegar el texto o se lo presentó como una fabulosa idea original? ¿Qué papel cumplió su agente literario?
No permita que el tiempo nos rebase. Lo invito a confesar la verdad.
Es muy posible que a mí me inunde la tristeza y la desazón, mas puedo levantar la frente con orgullo. ¿Usted puede dormir tranquilo?

Teófilo Huerta Moreno

Gestiones ante INDAUTOR

1. El 24 de junio de 1986 registré ante la entonces Dirección General del Derecho de Autor mi obra La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura (ENTRE ELLOS ¡ÚLTIMAS NOTICIAS!) y se me extendió el Certificado con Registro No. 8369/86, cuya imagen aparece en primer lugar (para ampliar oprimir en ella).  certificado registro

2. El 26 de mayo de 2006 comparecí ante la Dirección Jurídica del Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) en relación a la junta de avenencia promovida para dirimir la derivación de la novela Las intermitencias de la muerte del Premio Nobel José Saramago publicada en 2005 por Editorial Alfaguara, a partir de mi cuento de ¡Últimas noticias! contenido en la obra La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura, registrado en 1986 y publicado por Editorial Quetzalcóatl en 1987.Por la contraparte no asistió persona alguna que representara legalmente al señor José Saramago, toda vez que no ocurrió la notificación porque el domicilio particular de éste no coincide con el de Editorial Santillana al que se dirigió el citatorio.Así pues, solamente se levantó un Acta de la comparecencia y se archivó el procedimiento administrativo.

Hasta aquí la labor del INDAUTOR que sostiene que la Ley Federal del Derecho de Autor tendrá observancia en territorio nacional y que por tratarse de una autoridad administrativa no cuenta con facultades para realizar una notificación extraterritorial de forma directa o a través de exhorto internacional, por lo cual la notificación en España no puede llevarse a cabo.

Existen medios alternativos de resolución de disputas de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), cuyo Centro de Arbitraje y Mediación, con sede en Ginebra (Suiza), fue creado en 1994 para promover la solución de controversias en materia de propiedad intelectual. No obstante, igual que una demanda en tibunales, existe un alto costo económico por ahora no sufragable.